El glamping, una forma de vida

En glamping se puede “acampar” en sitios tan originales como casas de árbol, iglúes o antiguos graneros.
El camping tradicional no es para todo el mundo. E incluso quienes sí amamos dormir bajo las estrellas, sabemos que no siempre es simple, y que a veces acampar cansa. Para los primeros, el glamping es la solución: ¿qué mejor manera de disfrutar de la montaña que abrir y los ojos por la mañana y tenerla allí mismo, frente a nosotros? Para nosotros, el glamping es un mimo, una manera de descansar un poco de las contravenciones de la carpa, sin renunciar a la naturaleza.
Desde carpas tradicionales bien equipadas hasta yurtas enormes donde alojar a una familia entera. Chozas frente al mar, yurtas en medio de la montaña, iglúes donde disfrutar el invierno, viejos vagones de trenes reciclados, caravanas, graneros, antiguos molinos…la lista es tan variada como la naturaleza misma. Se trata, simplemente, de encontrar el glamping ideal para cada uno.
Muchos de los alojamientos avocados al glamping se caracterizan por algo: están en lugares a los que de otra manera no sería posible llegar. El medio de una reserva natural, los pies de una montaña, un acantilado sobre el Valle Sagrado, la copa más alta de un árbol. No se trata de una exclusividad por el fetiche mismo, sino de la posibilidad de disfrutar del entorno durante días, sin tener que trasladarse hasta la ciudad más cercana.

Comentarios

Entradas populares